Judas
Estabas allí parada, sola. Aquella columna era tu única compañía. Te besé en la mejilla y me marché en silencio, …
Estabas allí parada, sola. Aquella columna era tu única compañía. Te besé en la mejilla y me marché en silencio, …
La noche pintaba gris oscuro, pero Enrique pronto entendió que si la compañía es la adecuada, las cosas siempre salen …
El amor… Ay, el amor… Me has contado tantas veces esa historia que la he incorporado a mi biografía. Pero …
Levantaste la persiana y pude ver el mundo como tú lo ves. Distinto, pero igual. Porque en el fondo dormir aquí o en …
Hoy he llegado por fin a las puertas de mi cabeza. Son puertas enormes, gigantescas; preparadas para resistir cualquier asedio. …
Te reconocí a cincuenta metros. Reconocí tu espalda fibrosa y morena, tantas veces recorrida. Tu pelo corto, tu biquini rojo …
Todos te echan de menos. Todos quieren un trocito de ti. Quizá tengan hambre, o un cuarto lleno de trofeos. …
A menudo me pregunto lo que nadie se pregunta. Y me convenzo de que los gatos tienen tres patas, y …
Escribo porque todo esto que siento -quizás todo lo que he sentido jamás- respira tinta y no oxígeno. Tinta negra, …
A veces, al mirar al niño que fui, me reconozco en su terror y su angustia. Casi nunca en la …