Si no lo tengo todo, ahora,
después no voy a querer nada.
Está en mis venas,
en mi naturaleza.
Recorrer cada pasillo del laberinto
y a dos pasos de la salida dar media vuelta.
Porque no he llegado a tiempo.
Porque en realidad no era eso lo que vine a buscar.
Porque sólo encuentro paz en este vagar sin rumbo;
en este eterno caminar sobre los cadáveres de mis víctimas.
Hoy desperté en el terror, otra vez.
Y en la vergüenza.
Mi orgullo infantil hecho trizas en el suelo.
Me miré al espejo e intenté no parpadear,
pero no es posible detener el tiempo
cuando la maquinaria de la autoflagelación se pone en marcha
y se apaga la luz dentro de mí .
Las nubes ensayan un nueva formación.
Pero el guión es el mismo de siempre.
Sé que no es personal;
sé que que no puede ser de otra manera.
Seguiré adelante hasta que la lluvia lo inunde todo
y todo sea mar
y gritos de auxilio
y naufragios.