Es como una nube.
Como una nube gris; densa y esponjosa.
Como un segundo antes de la tormenta.
Antes de la inundación,
y de la humedad.
Porque en el fondo sabía que las tormentas podían volver.
Y la humedad.
Y las fieras salvajes en la boca del estómago.
Y ahora en el fondo sé
que todo esto va a pasar.
Que, como la luz del sol, sólo durará un rato.
Sólo un momento.
Después, la oscuridad,
y la luz otra vez.
Yo soy el capitán del barco
y tú… Tú, un mal polizón.
Soy todo lo que quieres.
He visto tu lista de deseos;
pero tú no preguntaste por la mía.
Te he invitado a saltar por la borda
y en tus dudas encontré refugio.
También momentáneo, como todo.
También doloroso.
Casi todo lo es bajo la tempestad.
Y entre los cubos llenos de agua
y el olor a tierra mojada
entendí que no te puedo entender.
No te puedo entender.