¿Dónde dejaste colgada la vida que imaginabas?
¿Dónde están los besos que ya no os dais?
Sé que cada día te preguntas
cuándo vas a despertar de este mal sueño,
pero, como todos los sueños,
este no va a parar hasta que te arrojes al vacío.
Y sigues muy lejos del borde del precipicio.
Todo es tan real que desearías arrancarte el corazón
y enterrar en ese hueco los deseos
que sólo le cuentas al cañón de la pistola.