Trato de quedarme a tu lado.
Trato de entender que lo que puedo ver hoy,
ahora,
aquí,
es todo lo que tengo.
Lo que puedo abrazar.
Lo que puedo tocar.
Lo que me empeño en despreciar,
como si no fuera mi elección
y algo mejor estuviera por venir.
Me arrojo a las vías de este tren de pensamiento.
Trato de detenerlo, pero me pasa por encima.
Trato de aceptar que a tu lado
el mundo parece en calma,
que con eso me basta.
Que era esto lo que buscaba.
Que he hecho de la insatisfacción un dogma de fe;
una religión monoteísta de un solo mandamiento.
Demasiados pájaros en la cabeza.
Demasiado espacio para que vuelen libres
y hagan de mí lo que quieran.