Etiquetas

, ,

Me siento aquí, no tengo nada.
O casi nada.
Tengo cosas que no me sirven.
Tengo recuerdos que me alejan de la realidad,
y realidades paralelas, todas ellas mentirosas.

Te miro desde la distancia, a través del tiempo.
Todo sigue ahí, transparente.
Pero no me preguntes qué hice ayer;
dónde estaba el año pasado, en septiembre, en Navidad.
No lo puedo saber.
Quizás aquí, sin tener nada, sin hacer nada.
Fabricando realidades, realidades mentirosas.

La nostalgia es malvada,
por eso trato de no pensar.
Y suena música, o Bogart se sale con la suya.
Y en la recámara estás tú y están todos los demás,
los mejores años que pasamos.
Cuando las piernas no respondan -y ya empiezan a fallar-
entonces echaré de menos recordarte
con otros ojos, más blancos, más abiertos.
Años atrás, con más años por delante.

A veces sólo quiero ser otra persona.
Subestimé al presente.
Y ahora los días, cada uno de ellos, se hacen cuesta arriba.
Ojalá me borraras la memoria con uno de aquellos besos,
y no sentirme culpable por todo lo que no puedo controlar.
Por todo lo que he echado por tierra.
Eso te incluye a ti, y por supuesto a mí.

¿Sabes lo que es girarse para que todo cambie
y acabar en el punto de partida?
¿Sabes cómo se siente el corredor al que todos doblan?
O no querer y que te quieran.
Querer y no poder; poder y no querer…

Te dedico una reverencia
por los buenos ratos, cuando éramos príncipes.
Antes de ser reyes sin corona, siervos sin tierra,
adoradores de lo imposible.
Desde estas realidades mentirosas, se despide…
E.

(Nostalgia, abril 2004)