Negro. Negro. Negro.
No me digas lo que tengo que hacer.
Soy una mancha en el suelo;
la nube más gris que viste en el cielo.
Soy la tormenta que me persigue;
el culpable de todo lo que no tiene sentido.
Mi enemigo público número uno;
la madre de todos los naufragios.

Miento más que hablo cuando no estoy a la altura.
Soy el miedo delante de la verdad desnuda.
Llegué por casualidad, como todos.
Me iré por la puerta de atrás, solo.
Como todos.

Negro. Negro. Negro.
Nadie se guarda lo que vale dinero.
Pero yo me quedo con todo lo imperfecto.
Soy la síntesis de las esperanzas muertas;
el dardo envenenado disparado al azar.
Tengo dos identidades, dos secretos.
Uno lo escondo, el otro no lo enseño.

(Negro, diciembre 2004)