Etiquetas
El día que no sea víspera de nada
te contaré todo por lo que he pasado.
Pero ahora necesito un poco de cariño;
necesito aprender a curarme de las cosas,
y ser feliz.
Porque a veces creo que todo ha terminado;
que podría volver a levantarme,
despertarme cuando aún no ha amanecido,
y ser uno más.
Pero todo lo que parece haber pasado
es justo aquello que nunca termina de pasar.
Supongo que no importa si robo versos de otros,
si los hago míos y así te los entrego.
De todas formas, de mí sólo has visto el disfraz.
Una mentira, una farsa. Un baile de máscaras.
Aunque no engañara a nadie
(no por mucho tiempo).
Lo siento, lo siento, lo siento.
Cuando no vaya a haber un día de mañana
te daré las cien llaves de mi caja fuerte.
Que salgan a borbotones el pasado y el presente,
todos los planes que tenía en mente…
Y los fracasos, las decepciones, la soledad.
Hace demasiado tiempo que dejé escapar
al cuervo que cobijaba entre mis manos.
Sólo quería ver cómo otros cien salían volando.
(Víspera de nada, junio 2004)