Alguien quiso utilizarnos una vez
Y volvió,
y volvió a intentarlo
Nos mostró las mieles del futuro
en un cristal azul, azul como el cielo
como los gritos, como las lágrimas
como unos ojos fríos
Azul como el pasado, un viejo amigo

Te daré mi sangre y lo demás
te daré mi hambre
Te daré los días que están por llegar

Alguien quiso hacernos suyos
y se encaprichó,
Se encaprichó de nuestro mundo
Nos regaló anillos robados
a amantes de luna llena, a niños perdidos
Y el aroma de unos tiempos no tan lejanos

Mis armas; mis frases retorcidas
mi desprecio por lo que significan
Mis armas; tus debilidades
y el placer de todo lo que te quitan.

(Azul, junio 1997)